Escrito y editado por Connie García y Nicolás Grijalva-Borja.
El 8 de marzo se celebra el día de la mujer, un día para reconocer la victoria, valentía y determinación de las mujeres que desde diferentes lugares están aportando y jugando un papel importante en la historia de sus comunidades; aquellas que han sido clave para que las mujeres de hoy pudiésemos ser visibles y llegar a obtener los mismos derechos que los hombres.

Breve antecedente historico
Los derechos de la mujer han sido ganados a pulso y con una álgida lucha por parte de mujeres valientes, en muchas partes del mundo. La historia de la conmemoración del 8 de marzo empieza a inicios del sigo XX. De conformidad con una declaración del Partido Socialista de los Estados Unidos de América, el día 28 de febrero de 1909 tuvo lugar el primer Día Nacional de la Mujer, tradición que se siguió el último domingo de febrero hasta 1913. En el lado europeo, en Copenhague (Dinamarca), cientos de mujeres de 17 países se reunieron en la Segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas (la primera había tenido lugar en 1907), en la cual, deciden organizar anualmente una jornada de la mujer teniendo por mira reforzar su lucha por obtener el sufragio femenino universal. En 1913, en el marco de los movimientos en pro de la paz que surgieron en vísperas de la primera guerra mundial, las mujeres rusas conmemoraron su primer Día Internacional de la Mujer el último domingo de febrero, organizando mítines clandestinos.
En el mismo año, en el resto de Europa, las mujeres organizaron reuniones en torno al 8 de marzo del año siguiente para protestar por la guerra o para solidarizarse con el resto de mujeres. En 1915, en medio de los estragos de la Primera Guerra Mundial, tiene lugar en La Haya (Países Bajos) una gran reunión de mujeres el 15 de abril. Participan más de 1300 mujeres provenientes de 12 países. Mientras tanto, en Rusia, como reacción ante los dos millones de soldados rusos muertos en la guerra, las mujeres rusas escogieron de nuevo el último domingo de febrero para declararse en huelga en demanda de «pan y paz». Los dirigentes políticos criticaron el oportunismo de la huelga, pero ellas la hicieron de todos modos. El resto es historia: cuatro días después el Zar se vio obligado a abdicar y el gobierno provisional concedió a las mujeres el derecho de voto. Ese histórico domingo fue el 23 de febrero, según el calendario juliano utilizado entonces en Rusia, o el 8 de marzo, según el calendario gregoriano utilizado en otros países.


Tras la Segunda Guerra Mundial, el 8 de marzo comenzó a tomar protagonismo en muchos países incluso antes de ser reconocido por la ONU como Día Internacional de la Mujer. Finalmente, en 1975, coincidiendo con el Año Internacional de la Mujer, las Naciones Unidas conmemoraron el Día Internacional de la Mujer por primera vez, el 8 de marzo.
Por lo tanto, el principal propósito del 8 de marzo es el concientizar a la sociedad, gobiernos y estado sobre los innumerables problemas que existen en contra del género femenino, aquellos problemas que claramente violentan nuestros derechos y no son resueltos.
El 8 de marzo en Ecuador
En Ecuador, se puede mencionar que el primer hito feminista fue el inicio del sufragio femenino por parte de Matilde Hidalgo de Procel quien en 1921 logró graduarse en la Universidad Central del Ecuador e intentó inscribirse en la ciudad de Machala para votar en las elecciones, pero los funcionarios encargados lo impidieron por ser mujer. Sin embargo, no se dio por vencida y realizó una solicitud formal y se respaldó en el texto de la constitución ecuatoriana de 1897, en donde se mencionaba que no se tenían restricciones en cuanto a género para gozar de derechos de ciudadanía.

Su solicitud fue aprobada, le dieron la razón y le permitieron votar en las elecciones del 10 de mayo de 1941, convirtiéndola en la primera mujer, no solo de Ecuador, sino de toda América Latina en ejercer su voto a nivel nacional.
Mucho tiempo ha pasado desde aquel momento y, a pesar de que cada vez mas derechos están reconocidos por la constitución y las leyes del país, existe una larga lista de temas por resolver. Solo basta con decir que para el 2022, el Ecuador cerró el año con la cifra mas alta de femicidios, lo cual representa que cada 28 horas ocurrió un femicidio en el país. Sin embargo, la lucha continua y no se detendrá hasta que vivamos en libertad, con plenos derechos y oportunidades.
El feminismo en las ciencias
La relación entre ciencia y feminismo puede parecer algo no compatible. De hecho, son términos que pueden ser totalmente tangenciales: la palabra ciencia se refiere no solo a un conjunto extremadamente diverso de campos de investigación, sino también a toda una forma de abordar la relación humana con el conocimiento, mientras que la palabra feminismo remite a un conjunto específico de reivindicaciones políticas y sociales alrededor de la cuestión del género y su relación con el poder.
Sin embargo, y en una forma mucho mas amplia, los dos términos, para nuestro tiempo, están totalmente relacionados, pues la lucha feminista busca las reivindicaciones no solo en espacios de poder politicos, sino también en todos los otros espacios de poder, como por ejemplo una universidad. Esta participación de científicas feministas en la academia también ha estimulado, en todas las áreas de las ciencias, preguntas críticas acerca de los modos en que la investigación ha explicado las relaciones entre hombres y mujeres, así como las relaciones entre el mundo social y natural.
De acuerdo con Norma Blazquez Graf: El Feminismo en la Ciencia propone desarrollar una idea del mundo que coloca la vida de las mujeres, sus experiencias y perspectivas, en el centro del análisis y, al hacerlo, corrige las distorsiones, sesgos y explicaciones erróneas que se han realizado. Es una forma de cuestionar lo aceptado ampliamente, lo pone en duda y desarrolla alternativas correctivas. Interroga creencias aceptadas, cuestiona suposiciones compartidas, reformula preguntas de investigación y, además, propone que si el conocimiento se construye, al menos en parte, desde la propia realidad social es parcial si no toma en consideración las relaciones sociales fundamentales y, especialmente, las que se reproducen en términos de desigualdad y dominación, como la existente entre géneros.
Por lo tanto, hablar de feminismo y ciencias, como hemos visto, es en estos momentos, totalmente importante.
La Red Ecuatoriana de Mujeres Científicas (REMCI)
REMCI inicia su labor en 2006 a partir de una conversación entre Claudia Segovia, Melanie Pelaez y Patricia Castillo. En esa conversación, derivada de las necesidades que existían en el entorno académico del Ecuador, se sentaron las bases para generar una representatividad de las mujeres científicas del país. La red está formada por mujeres que trabajan en varias ramas de las ciencias en el Ecuador, desde las ciencias sociales, pasando por las ciencias naturales, exactas y de la vida, a quienes, desde la red, se les brinda apoyo y se cataliza el intercambio de conocimiento, además, se busca visibilizar el trabajo y los retos que enfrentan las mujeres en la academia en el Ecuador.
la Red busca visibilizar y promover el trabajo científico de mujeres ecuatorianas, incrementar su participación en la academia y la toma de decisiones, mejorar su acceso al financiamiento público y privado para proyectos de investigación, y motivar el intercambio científico.
Red Ecuatoriana de Mujeres Científicas
Hablamos con Claudia Segovia, quien es una de las científicas fundadoras de la Red, y nos comentó que año tras año esta conmemoración (el 8 de marzo) va creciendo con énfasis en los derechos de la mujer y su participación en todas las áreas del desarrollo: economía, política, ciencia, comunidad.

También nos dijo que, si bien, algunas de las cifras relacionadas a las mujeres en el Ecuador, han mejorado, por ejemplo al 2018, el 53,26 % de las matrículas en las universidades se concentra en mujeres de acuerdo a cifras del SENESCYT (Secretaria de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación del Ecuador) y que también es positivo que en nuestros días las mujeres tenemos la posibilidad de votar, tener una tarjeta de crédito, tener una propiedad, entre otras, esto no oculta la situación de muchas niñas y mujeres que en nuestro país, sigue siendo difícil. Por ejemplo, el ingreso mensual de las mujeres es, en promedio, 15% menos que los hombres. La tasa de empleo bruto es 20 puntos menos que nuestros colegas. El año 2022 fue el más violento con 332 muertes por razones de género. Si hablamos de representatividad, apenas un 15% de mujeres forman parte del Gabinete de Gobierno, tenemos apenas 8,1 % de alcaldesas de acuerdo con las anteriores elecciones, los nuevos resultados dicen hemos mejorado en esta elección 2023. En el área de educación superior, tenemos al 2021, 13 900 docentes mujeres de las cuales apenas 900 son profesoras principales y cerca de 6000 son ocasionales y así podríamos seguir señalando cifras.
Sin embargo, los esfuerzos de las mujeres en general y las mujeres científicas en particular sigue siendo muy importante y cada año, cientos de eventos se llevan a cabo desde muchos frentes con el objetivo de generar un cambio, de incrementar la representatividad de la mujer y que las niñas puedan crecer en un ambiente más equitativo, más justo y con más oportunidades, sin sesgos, sin discriminación.
El Calendario de Mujeres Ecuatorianas en la Ciencia: un esfuerzo por visibilizar la labor de las mujeres científicas en Ecuador.
Uno de los esfuerzos que se han hecho en Ecuador por visibilizar a la mujer científica ecuatoriana es el Calendario de Mujeres Ecuatorianas en Ciencias. Esta iniciativa nació en 2022, con el trabajo en conjunto de microbios digital y la REMCI, con el objetivo de visibilizar el trabajo que realizan las mujeres en el ámbito de las ciencias en Ecuador. De acuerdo con Andrea Chávez, una científica ecuatoriana y la ilustradora del calendario: para facilitar la incorporación de mujeres y niñas en ciencia, y garantizar el éxito, cambios estructurales necesitan ser conducidos en el país, en un esfuerzo conjunto entre los diferentes actores a nivel multisectorial. Uno de los primeros pasos para incrementar la participación de mujeres y niñas en ciencias es través de la comunicación y visibilidad. Es aquí, donde la oportunidad de usar medios de comunicación digital para revitalizar la discusión de equidad de género entre el público y animar el debate.

Hasta este momento, el calendario ha sido descargado por mas de 6000 personas, no solo en Ecuador, sino también en muchos otros países, sobre todo, hispanoamericanos. El hecho de que el calendario sea de libre acceso y descarga hace que este sea accesible por todo aquel quien pueda ingresar a internet. Sin embargo, sabemos que todavía existen muchas personas que no tienen dicho acceso. En próximas ediciones, este tipo de cuestiones sociales son las que se tienen que fortalecer para que toda la sociedad pueda conocer el trabajo de las científicas, quienes se destacan por sus aportes en casi todas las áreas de la ciencia.
En Ecuador, mucho queda por hacer para alcanzar la equidad de género, sin embargo, muchos esfuerzos se llevan a cabo para cumplir con este propósito. Por ello, es importante seguir visibilizando cada día los esfuerzos que las mujeres realizamos para construir una sociedad mucho más justa, como ya se mencionó, cada uno de nosotros somos capaces de generar un cambio y, en esta ocasión, les extendemos una invitación a participar activamente de todas las actividades que se llevan a cabo para que la lucha feminista sea totalmente reconocida y fuertemente apoyada en toda la sociedad. Por último, es importante también agradecer a todas las mujeres que cada año se esfuerzan por cambiar nuestra realidad, para que nuestro país, el Ecuador, se convierta una vez más en un referente de la libertad, así como históricamente ha sido reconocido a lo largo del tiempo.
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