“A nada en la vida se le debe temer. Sólo se le debe Comprender”

Marie Curie

Pero, ¿Cómo comprendo mi miedo? Como comprender ese miedo de hacerlo mal, de que quizás logre algo que quiero por un “golpe de suerte” o porque quizás el universo conspire a mi favor. Cómo quitarse el miedo y reconocer que tal vez el mérito es verdaderamente mío…

Durante los últimos meses he escuchado aún más sobre el “fenómeno del impostor” no está tipificado como síndrome, sin embargo es conocido también como tal.

Pero….¿Somos impostoras?

Para este fenómeno existen escalas validadas, algunas de ellas son: Clance Impostor Phenomenon Scale, Harvey Impostor Scale, Perceived Fraudulence Scale, and Leary Impostor Scale

Valerie Young, experta sobre este síndrome y autora del libro The Secret Thoughts of Successful Women: Why Capable People Suffer from the Impostor Syndrome and How to Thrive in Spite of It , propone posibles causas:

  1. Dinámicas familiares durante la infancia. Cuando “el otro/a” es el inteligente. Al revisar mi historia familiar, terminó siendo uno de los factores que me jugaron en contra y no porque haya recibido comentarios sobre ser menos inteligente, pero siempre pensé que mi hermano y mi hermana eran mucho más inteligentes y capaces al ver sus logros “en comparación” de los míos. ¡Strike 1! (Spoiler: compararte con el resto para medir tus capacidades no es justo para ti misma, eres otra persona, ¡tus habilidades son diferentes!)
  1. Estereotipos sexuales. Basados en los mensajes sobre logros y fracasos que nos vende la sociedad. Eres exitosa “sólo si…” alcanzas algo; ¡siempre es condicional! DEBES cumplir roles de estudiante sobresaliente, hija, pareja e incluso madre. No fui una estudiante sobresaliente, actualmente no tengo pareja “formal” y definitivamente no quiero ser madre… ¡Strike 2!
  1. Diferencias salariales. La famosa brecha salarial; techos de cristal. Pues soy psicóloga, y al menos en la sociedad en la que nos desenvolvemos, terminas escuchando aquellas frases de “con esa profesión te vas a morir de hambre” “y ¿vas a vivir de eso?”; y pues si, la salud mental en nuestra ciudad, en nuestro país, no tiene un reconocimiento como ser una profesional de cuidado o atención de la salud física. (Aún así, no garantiza nada, pues al ser mujer tus horas laborales serán más por ser madre, hija, cuidadora) ¡Strike 3!
  2. Percepción de éxito, fracaso y competencia. «Las personas que sufren el síndrome son muy exigentes consigo mismas y tienen una lista de requisitos prácticamente imposibles de llevar a cabo». ¡Último strike!

Siempre he considerado, -como en este caso- que quien escriba algo, sea docente, científica, madre, investigadora, etc., “debe” tener muchos requisitos que en mi mente, obviamente no los tengo.

Y no, lejos de lo que puedan pensar, este famoso fenómeno del impostor/a, no es necesariamente por falta de confianza o baja autoestima, son “momentos impostores”, que nublan la vista y la simpatía con nosotras mismas, entonces respondiendo a la pregunta: si, lo somos, o más bien dicho si, ¡lo soy!

El primero de mayo de este año empecé con las primeras líneas de esta nota, aunque debo confesar que a esta fecha se le suman unos 5 años más de estar en este intento, con temas de la universidad, la maestría y demás…

Luego, el 28 de mayo después de una respuesta de una mujer que admiro un mundo “La Tefy” -que seguramente me leerá- me respondió en un comentario donde yo admiraba su trabajo en el cual le decía el miedo que siempre me da hacerlo; ella me dijo: “¡lánzate!”, mi reacción fue de asombro, susto y sobre todo de cuestionamiento propio, ¿yo? ¿escribir de manera oficial algo? ¡No! ¡Qué va!, ¿Cómo podría hacerlo si “no soy buena, si no soy capaz, si no tengo las herramientas, si….”?

Y es ahí donde recordé la frase que cité al inicio de Marie Curie, y decidí primero: entender y comprender de donde venía este miedo, ya que en esta pandemia había venido escuchando con más frecuencia este famoso fenómeno del impostor y luego comprender mi miedo.

¿De qué me servía evadir hacer algo que tanto miedo me daba? Debo confesar que aún al final de esta nota sigo teniendo ese temor y sensación de que algo o todo, está mal hecho o “escribido”…

Entonces, ¿Qué hacemos?

Otras sugerencias son: hablar de los sentimientos que te provoca, pero no quedarse es ese espacio, y una que considero muy importante, pregúntate: qué harías si el miedo no fuera un factor en tus acciones?.

Pues en mi caso, creo que estaría más presente en estos hermosos espacios de webinars, blogs, investigando y hablando de ello.

Luego de la revisión que he hecho sobre este tema, el género parece ser una variable, donde las mujeres ocupamos un mayor porcentaje, por ello creo que este podría ser tan solo una de las razones por las que nosotras no estamos tan visibles dentro de estas plataformas de ciencia y salud.

Quizás me quede un largo trecho que andar, así que espero que si alguna de ustedes se siente de esta manera, pues tranquilidad, que casi casi….somos una comunidad, y apoyarnos y reconocernos personalmente o virtualmente es el primer paso. Espero que el siguiente, sea podernos encontrar en otros espacios hablando y debatiendo sobre temas de salud mental.

Este es mi primer pasito, hablarlo y salir de la zona de confort, y hacer mía aquella otra frase de: “si te da miedo, pues hazlo con miedo”, lo hago con el mío y el de otras mujeres que quizás están en un lugar parecido al mío. Sepan que hacernos visibles empieza por nuestra sororidad.

Las opiniones dadas en «La Opinión de microbios» no representa la postura editorial del sitio y «microbios» se deslinda de toda responsabilidad mas allá de la implícita en el proceso de publicación. En «microbios» respetamos la diversidad de opiniones y posturas y mediante «La Opinión» buscamos ser una fuente de conversación crítica que afecta, directa o indirectamente, a nuestra sociedad. Para mayor información escríbenos a microbiosdigital@gmail.com

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.